acuerdo entre el ministerio de Sanidad y la industria alimentaria y de la distribución para reducir los niveles de azúcar, grasas y sal de más de 3.500 productos habituales en la alimentación de los españoles que representa el 44,5% de la energía diaria de los consumidores. Afectará a lácteos, derivados cárnicos, bebidas refrescantes, platos preparados, pan, bollería, aperitivos, salsas
y se llevará a cabo desde este año hasta 2020. En el compromiso van a colaborar más de 500 empresas de alimentación.