Desde el MIT proponen una nueva funcionalidad a la tecnología NFC: el detectar gases y otras partículas contaminantes, de tal forma que entre otras muchas cosas podríamos saber si en una bandeja precintada de comida el contenido está fresco.
Para ello, utilizan etiquetas NFC modificadas (que, como ya sabéis, no requieren energía propia para funcionar sino que utilizan la del teléfono o aparato que las lee). Y digo modificadas porque, literalmente, les han hecho una pequeña incisión que rompe el circuito. De esta forma el circuito estaría «abierto» y no funcionaría, pero pero lo «cierran» con ciertos materiales que sólo conducen electricidad cuando un gas o elemento está presente.
Utilizan una etiqueta NFC modificada que sólo funciona si hay un determinado gas. Cuando el teléfono lee la etiqueta, ésta sólo responde si el circuito se ha cerrado y, por tanto, si el material se ha activado. Si es así, significa que el gas o elemento que queríamos detectar está en contacto con la etiqueta NFC.