El dispositivo permitirá conocer si las temperaturas que alcanzan los lotes de alimentos durante su transporte son las adecuadas y alertar a los técnicos que los manipulan de la posibilidad de ruptura de la cadena de frío para que actúen en consecuencia.
La ingeniería vizcaína Inkoa, especializada en el diseño de soluciones para el sector alimentario, trabaja en un proyecto que tiene como objetivo el diseño de un dispositivo inalámbrico basado en la tecnología Energy Harvestin para controlar la temperatura a la que están sometidos los alimentos.
El dispositivo permitirá conocer si las temperaturas que alcanzan los lotes de alimentos durante su transporte son las adecuadas y alertar a los técnicos que los manipulan de la posibilidad de ruptura de la cadena de frío para que actúen en consecuencia.
La tecnología permitirá transmitir datos a través de una tarjeta SIM que pueda conectar con diferentes operadores internacionales de telefonía y aprovechará la propia vibración que se produce en el transporte de los alimentos para convertirla en energía que recargue la batería del dispositivo.
Este dispositivo es especialmente útil para controlar el estado de los alimentos en procesos de desembarque y traslado de carga en los aeropuertos, donde a veces se producen retrasos y periodos de espera prolongados.
