Un reciente estudio de mercado de Datamonitor Consumer, del que se hace eco el portal FoodNavigator-USA.com, identifica las 10 tendencias que cobrarán más fuerza durante el presente curso en el mercado de productos envasados de Estados Unidos:
“Los envoltorios se ponen a dieta”. Hoy en día, existe un mayor interés por reducir la cantidad de envoltorios plásticos utilizados, o bien sustituirlos por otro tipo de materiales. Esta iniciativa se traduce en ahorros por reducción de peso y disminuye la dependencia de materiales derivados del petróleo.
“Bébete las verduras”. Según Datamonitor Consumer, el 55% de los estadounidenses se muestra partidario de aumentar su ingesta diaria de vegetales. El incremento de las ventas de exprimidores mecánicos, la creciente popularidad del concepto de “purificación” y de las bebidas con base vegetal (zumos, batidos, bebidas energéticas, etc.) demuestran que esta tendencia seguirá al alza.
”Espíritu artesano”. Al igual que en el mercado cervecero, el ejercicio de 2014 podría ser el año en que otro tipo de bebidas alcohólicas se una a la moda de las pequeñas destilerías. Los cambios en materia de regulación han favorecido la apertura de este tipo de negocios, al tiempo que los consumidores también están entusiasmados con este concepto, siendo una de las razones más relevantes por las que estarían dispuestos a pagar más por una bebida.
Los vendedores y expertos en marketing prestarán mayor atención al segmento masculino, ya que los hombres cada vez participan más en la compra, la cocina, las tareas domésticas, etc.
Muchos productores de alimentos étnicos orientados al consumo general están apostando por introducir nuevas y originales propuestas gastronómicas.
“Alimentación y bebidas más puras”. La preferencia por alimentos menos procesados, o que al menos son percibidos como tales, se encuentra en aumento. El informe revela que el 59% de los consumidores describe a los productos con el menor número de ingredientes como “atractivos o muy atractivos para el consumo”.
“Sube la temperatura”. El gusto por la comida picante y especiada está alcanzando cotas insospechadas, abriéndose camino hacia productos como el queso, el chocolate, los helados y las bebidas isotónicas. Aunque “picante” se asocia normalmente con “especiado”, cada vez más se ofrecen experiencias sensoriales que aíslan los dos aspectos.
