El Gobierno hornea el nuevo decreto del pan para evitar abusos

Agricultura ultima una norma con reglas más estrictas en la denominación de las variedades del producto y que no sitúe fabricantes españoles en desventaja en la UE

Llegan las modas, cambian las costumbres. Hasta un alimento tan popular y longevo como el pan, producido y consumido desde hace siglos por distintas poblaciones, necesita de una puesta al día. Y España está a punto de hacerlo: el Gobierno va a aprobar un nuevo real decreto sobre los requisitos que debe de tener este alimento, que podría estar listo antes de finales de 2018 y aparcar así una legislación que lleva 34 años vigente y que ya no responde a las nuevas tendencias de consumo. Entre otras cosas, el último borrador de esta norma define por primera vez qué es el producto artesanal, impone reglas más estrictas a la denominación del pan integral y contempla nuevos procesos de elaboración.
El objetivo es doble: actualizar una norma anticuada que no tenía en cuenta la evolución del sector e impulsar la competitividad de las empresas españolas en la UE, explica José María Ferrer, responsable del departamento de Derecho Alimentario del centro tecnológico Ainia. “Vemos que se amplía el número de tipos de pan que se puede elaborar y se aclaran otras cuestiones”.

El mismo texto del proyecto, al que el Ministerio de Agricultura está incorporando las últimas observaciones de la Comisión Europea, reconoce la necesidad de que la normativa se adecúe a las demandas de mercado actuales y elimine las restricciones que puedan situar a los fabricantes españoles en desventaja frente a otros países europeos. Asimismo, pretende que el consumidor cuente con una información adecuada. Y que sepa, por ejemplo, de qué está hecho el pan integral que consume.

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