¿Están preparados los consumidores para comer insectos?

Los insectos están emergiendo como un ingrediente alimentario viable y deberían estar en las mentes de las marcas con visión de futuro que buscan establecer una imagen ambiental fuerte. Aunque todavía hay un «factor asqueroso» que superar, existe un precedente histórico de que los alimentos que alguna vez se consideraron «repugnantes» se convirtieron en manjares

A pesar de las fuertes credenciales éticas, ecológicas y de salud de los insectos, todavía existe una barrera psicológica para comerlos en los países occidentales. Muchos consumidores han tenido durante mucho tiempo percepciones negativas de los insectos y luchan por verlos como alimento. En el Reino Unido, por ejemplo, solo el 11% de los consumidores están interesados ??en probar productos alimenticios hechos con insectos, mientras que el 37% describe la idea como desagradable

Comer insectos es una práctica común en muchas partes del mundo, y las Naciones Unidas estiman que casi dos mil millones de personas los incorporan a sus dietas a nivel mundial. Según los informes, los insectos tienen perfiles nutricionales comparables a la carne, pero tienen menos impacto ambiental ya que requieren menos agua y alimento para criar y emiten pocos gases de efecto invernadero. Estos beneficios están alentando a más gobiernos occidentales a autorizar la comercialización de insectos como productos alimenticios, y estimulando a más minoristas y fabricantes de alimentos a innovar utilizando esta nueva fuente de proteínas

La empresa finlandesa de alimentos Fazer lanzó lo que, según afirma, es el primer pan del mundo basado en insectos. Contiene harina de cricket molido junto con harina y semillas de trigo tradicionales y está diseñada para ofrecer a los consumidores finlandeses una manera fácil de familiarizarse con los alimentos a base de insectos. Fazer afirma que el pan es «delicioso y nutritivo» y ofrece una buena fuente de proteínas, ácidos grasos, calcio, hierro y vitamina B12. Fazer cree que los consumidores finlandeses están «dispuestos a probar cosas nuevas», y que las actitudes hacia los insectos como alimento están cambiando ya que «la humanidad necesita formas nuevas y sostenibles de nutrición».

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