La Unión Europea (UE) quiere garantizar que sea seguro beber agua del grifo en toda la UE. Por ello, los representantes permanentes de los Estados miembros, reunidos en el Comité de Representantes Permanentes del Consejo (Coreper), han confirmado el acuerdo provisional alcanzado con el Parlamento Europeo el 18 de diciembre de 2019 sobre una propuesta de revisión de la Directiva sobre el agua potable. El refrendo allana el camino para la adopción final.
«Nuestro mensaje a los ciudadanos es claro: beber agua del grifo es totalmente seguro en toda la UE. El acuerdo que hemos alcanzado hoy redundará en una mayor calidad del agua del grifo. Es una muy buena noticia para todos los europeos. Me complace que los Estados miembros hayan aprobado hoy este acuerdo», declara Tomislav Coric, ministro de Medio Ambiente y Energía de Croacia
Con las nuevas normas se actualizan los requisitos de calidad que debe cumplir el agua potable y se introduce un enfoque de rentabilidad basado en el riesgo para el control de la calidad del agua. Las normas actualizadas establecen también requisitos mínimos de higiene para los materiales que están en contacto con el agua potable, como las tuberías. El objetivo es mejorar la calidad de esos materiales, con el fin de garantizar la protección de la salud humana y evitar la contaminación del agua.
La Directiva actualizada aborda la creciente preocupación por los efectos de los alteradores endocrinos, los productos farmacéuticos y los microplásticos en la salud humana, mediante la introducción de un mecanismo de lista de alerta. La lista de alerta permitirá a la UE supervisar, de manera dinámica y flexible, los nuevos conocimientos sobre estas sustancias y sus efectos para la salud humana. El beta-estradiol y el nonilfenol se incluirán en la primera lista de alerta debido a sus propiedades de alteración endocrina. La primera lista de alerta se adoptará en el plazo de un año desde la entrada en vigor de la Directiva. El alterador endocrino del Bisfenol A se añade directamente a esta Directiva, con un valor paramétrico basado en la salud de 2,5 µg/l.