Ya ha sido probado en leche y en bebidas alcohólicas
Dos investigadoras de la Universidad de Córdoba (UCO), en colaboración con la Universidad de Jaén, han diseñado un nuevo sistema de detección de contaminantes en alimentos, que ya ha sido probado en leche y en bebidas alcohólicas. En un comunicado, fuentes de la UCO han explicado que la investigación, que ha sido realizada durante estos últimos dos años por Mercedes Gallego y Beatriz Jurado junto a Evaristo Ballesteros, ayudará a prevenir casos como la intoxicación de miles de bebés chinos que habían consumido leche contaminada con melamina. Esta circunstancia, han añadido, obligó a Bruselas a reforzar los controles fronterizos para evitar fraudes.
El nuevo sistema, presentado en el Campus de Excelencia Internacional en Agroalimentación ceiA3, detecta la presencia de aminas, un tipo de compuesto químico orgánico considerado como contaminante y que, en grandes concentraciones, ha sido relacionado con algunos tipos de cáncer.
El sensor basa su eficacia en el análisis cromatográfico de los contaminantes, usando la técnica de espectometría de masas, una fórmula que ha permitido detectar las aminas en cantidades mínimas, por tanto consideradas inocuas, y que hasta ahora pasaban desapercibidas.
La investigación y el nuevo sistema de detección, recogido en la revista norteamericana Journal of Agricultural and Food Chemistry, analizan la presencia de hasta 16 tipos de aminas (aromáticas, melamina y nitrosaminas).
Estas aminas han sido originadas durante algunos tratamientos industriales (tostado/secado), adición de algunos aditivos y/o por migración de adhesivos y tintas empleadas en los envases, según han detallado desde la Universidad de Córdoba.
El estudio, que ha durado dos años, incluye cervezas, vinos, bebidas espirituosas, leche y productos lácteos procedentes de varios países europeos.
Han precisado que mientras en todas las muestras de cervezas se detectaron al menos dos contaminantes, aunque por debajo de lo permitido, no apareció resto de ellos en vinos o en bebidas espirituosas.
En lo referente a la leche y productos lácteos se detectaron hasta siete tipos de contaminantes, localizándose melamina en dos muestras de leche deshidratada, en concentraciones muy inferiores a los límites máximos permitidos por la legislación europea.