La eficiencia energética se traduce en eficiencia económica, sobre todo, en un país con unos precios de la electricidad para uso industrial que superaban en un 17% la media comunitaria, en 2011. La industria alimentaria consume el 11% de toda la electricidad destinada para procesos industriales y el 22% del combustible. Además, encabeza el ranking cogenerador de la industria española con 142 centrales operativas. No obstante, aún hay margen para poner en marcha nuevas plantas, sobre todo con potencia inferior a 1 MW, según indican desde la Asociación Española de Cogeneración (Acogen). Sin embargo, la moratoria a las primas para la instalación de nueva potencia acogida a régimen especial ha dejado en suspenso numerosos proyectos de inversión