La Comisión adopta una metodología de medición de desechos alimentarios

Procesar con anterioridad los alimentos puede ser parte de los planes nacionales de prevención de desperdicios.

La Comisión Europea acaba de adoptar una metodología común para medir el desperdicio de alimentos en toda la UE. El desarrollo de esta metodología surge de la Directiva marco sobre residuos, que establece para los Estados miembros la obligación de presentar anualmente los niveles de residuos alimentarios al Ejecutivo comunitario. Las sustancias usadas como materia prima para piensos, incluidos los alimentos anteriores, están excluidas de la medición obligatoria de desechos.

Para comprender mejor los flujos relacionados con los alimentos y la planificación de políticas específicas de prevención del desperdicio, los Estados pueden informar de forma voluntaria sobre el uso de piensos anteriores.

El presidente de EFFPA (Asociación Europea de Procesadores de Productos Alimenticios), Paul Featherstone, ha declarado que el procesamiento anterior de alimentos es parte fundamental de la solución cuando se trata de prevenir el desperdicio. “La obligación de los Estados de informar sobre estadísticas de desperdicio de alimentos y poner en marcha planes de acción nacionales para su prevención debería proporcionar un incentivo a los operadores en la fabricación de alimentos y al por menor para que consideren la posibilidad de comprometerse con los procesadores de alimentos anteriores, así como a reconsiderar la referencia de alimentos aptos para bioenergía, que contaría como desperdicio alimentario”, asegura Featherstone.

En la 6ª Plataforma de la UE sobre Desperdicios de Alimentos y Pérdidas de Alimentos, la Comisión Europea ha dejado claro que no es aceptable aumentar el riesgo en relación con la seguridad de alimentos y piensos. Tras una pregunta sobre los desafíos que la UE ha enfrentado en el pasado con respecto a la alimentación segura de los animales y cómo garantizar que no se vuelvan a cometer los mismos errores, el vicepresidente de la Comisión Europea, Jyrki Katainen, ha dicho que la Unión Europea es un poder fuerte de la seguridad alimentaria y de la salud animal y que eso debe mantenerse siempre.
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>Contexto

Cada año, el 20% de los alimentos producidos en la UE se pierden o desperdician, causando importantes daños sociales, medioambientales y económicos. La UE está comprometida a resolver este problema y a poner su sistema alimentario en un camino sostenible.

Para resolver la falta de información, la Comisión ha adoptado la nueva metodología común que ayudará a los Estados miembros a cuantificar el desperdicio de alimentos en cada etapa de la cadena de suministro. Sobre la base de una definición común de desperdicio alimentario, la metodología garantizará un monitoreo coherente de los niveles de desperdicios en toda la UE.

La prevención del desperdicio de alimentos se identificó como una de las áreas prioritarias en el Plan de Acción de Economía Circular adoptado por la Comisión Europea en diciembre de 2015. Además, el desperdicio de alimentos es uno de los diez indicadores del Marco de Monitoreo de la Economía Circular, que nos indica cuánto hemos avanzado en la transición hacia la circularidad, donde se minimiza la pérdida de recursos.

Gracias a la legislación revisada de la UE sobre residuos, adoptada en mayo de 2018 como parte del Plan de Acción de la Economía Circular, se han introducido medidas específicas para la prevención de residuos alimenticios, que proporcionarán a la UE datos nuevos sobre los niveles de desechos. La nueva legislación requiere que los países comunitarios implementen programas nacionales de prevención de desperdicios alimentarios y que estos puedan ser reducidos en cada etapa de la cadena de suministro.

El plan de acción de la UE para combatir el desperdicio de alimentos apunta a reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita a nivel minorista y de consumidores para 2030, y reducir las pérdidas de alimentos a lo largo de la cadena de producción y suministro.

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