La industria de alimentación y bebidas alinea su estrategia con los ODS

Conscientes de la relevancia que han adquirido los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de su utilidad a la hora de integrarlos en su modelo de negocio, en la cadena de suministro y en la relación con sus grupos de interés, FIAB ha elaborado un completo estudio que define los retos y oportunidades que plantea el cumplimiento de cada uno de los ODS para el sector.

Alimentar a una población creciente con garantías de seguridad, calidad y suficiencia es el gran desafío que afronta la industria de alimentación y bebidas en la actualidad. El sector ha reflexionado sobre cómo abordar este reto que exige aumentar su producción al mismo tiempo que procura el menor impacto ambiental y la continuidad de los recursos para generaciones futuras.

Está previsto que la población mundial alcance los 10.000 millones de habitantes a mediados de este siglo. Este hecho ha volcado a la industria de alimentación y bebidas a plantear un nuevo escenario productivo bajo el paraguas del desarrollo sostenible contemplado en la Agenda 2030. La actividad del sector mantiene una relación muy estrecha con el medio ambiente puesto que depende de manera directa para disponer de materias primas seguras y de alta calidad de forma continua y adecuada. Aspectos ambientales clave como la gestión del agua, el manejo de recursos naturales, la mitigación de emisiones de Gases de Efecto Invernadero, la adaptación o la transición hacia una economía circular llevan tiempo abordándose por parte del sector.

El estudio “Una iniciativa global” elaborado por FIAB pretende servir de guía para definir aquellos ámbitos de actuación en los que las empresas del sector pueden encontrar nuevas oportunidades de negocio.

El sector de la alimentación y bebidas, por su importancia tanto a nivel económico como de generación de empleo e influencia en la actividad de un país, es uno de los pocos sectores que puede aportar positivamente a todos los Objetivos. El posicionamiento central de la industria dentro de la cadena agroalimentaria permite extender la estrategia desarrollo sostenible en sus relaciones con el resto de eslabones de la cadena, siendo un actor muy relevante en la construcción de alianzas que hagan posible el cambio hacia un nuevo modelo productivo más sostenible.

“El desarrollo sostenible tiene que hacerse extensible a todas y cada una de las áreas y formar parte de la estructura de negocio, incluido su relación con proveedores, distribución y consumidor”, destaca el director general de FIAB.

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