El sector de la IV y V gama ha superado la crisis sufrida en los últimos ejercicios y, de hecho, algunos informes internacionales auguran que las frutas, verduras y hortalizas listas para consumir tendrán un crecimiento sostenido durante los próximos años.
El futuro se presenta prometedor para los alimentos procesados y el reto es incrementar los resultados anuales con dos dígitos, en consonancia con los datos de 2015 y tras el parón registrado en el ejercicio 2014. En ese escenario de ventas, la gran distribución puede acaparar más del 80% del comercio y menos del 20% el canal Horeca.
Todos los expertos coinciden en que el sector de la IV gama es imprescindible para la sociedad actual y en general para todo el colectivo de consumidores, de modo que no es de extrañar que la gran distribución centre sus esfuerzos en ofrecer una gama cada día más amplia y, a ser posible, con marca propia.
El objetivo para 2020 es que las ventas de los productos procesados crezcan entre un 8% y un 10%. En facturación, un aumento de la demanda cercano al 8% representaría unos ingresos de 320.000 millones de euros para ese mercado.
El aumento de la IV gama ha tenido su fase más relevante entre 2005 y 2009. En esos cinco años el consumo pasó de menos de 45.000 toneladas anuales a casi 67.000, según los datos de la Federación Nacional de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex).